Quien se acuerda de la famosa chequera? - Por DJ Pixelot

Pasé bastante roncha tratando de imitar las carteras o billeteras de cuero de moda a mediados de los 90s, cuando la nota era llevar una cadena guindando desde la correa hasta la prenda antes mencionada. Recuerdo que habían de muchas marcas, pero si llegaban costaban un ojo, y lo que me quedaba era verlas en las paginas de publicidad de las revistas o imitarlas, cosa que hice por mucho tiempo. Mi primera imitación comenzó en la tienda de mascotas comprando una cadena para perros, que personalmente me gustaba tipo medio gruesa, pero no metalera o punketa tipo cadena de estacionamiento, ni que me llegara a la rodilla tipo casiloco, sino más bien, algo sobrio. Después la situación que se presentaba al perforar la pobre cartera de cuero que tenía, que si era metalera y cerraba con broches, la idea era hacerle un hueco y había que tratarla con cariño para que no se deshilachara con tanto jamaqueo al patinar.
Al tiempo, ya patinando regularmente en Las Mercedes, me acuerdo de ver a lo lejos a Jose Alfonzo llegar con su "chequera" virga, la vaina se salía medio bolsillo por atrás y cabía hasta la boleta de tercer año, con su respectiva cadena y dispositivo para ajustar al cinturon del usuario. Me acuerdo del chalequeo, con el: "coño, saca la chequera" "quesi la chequera" "verga, se te cayó la chequera". Todo un tripeo. Después las empecé a ver en Plaza Las Américas regularmente hasta que accedía a una de ellas previo ahorro metalero, es decir, comer cheese tris y malta en las meriendas del liceo. Sin olvidar la necesaria explicación a los padres sobre esta "moda", lo cual convenía en contarles que eso era parte de la patineta y que no se preocupen, si me agarra la Guardia o la PM uno resuelve. Pero más ladilla era cuando te llegabas a un local nocturno y el portero te quería quitar la cartera porque era peligrosa, y más de una vez, media vuelta y chao, no le iba a dejar mi vaina a nadie. Hasta que ya a finales de los noventa, la vaina estaba tan puteada que veías hasta a Gilberto Correa con la vaina guindando del bluyin, y me ladillé y me compré una de cuero igual pero sin cadena, era la época en que ser patinetero estaba de moda, así que muchos de nosotros más bien buscábamos ya diferenciarnos. Hoy mismo quiero una cartera de esas otra vez, voy por ella pronto! Tal vez la consiga en Capitolio!